Una vez descubrimos en Internet un blog de un Oficinista. Contaba sus batallitas en su trabajo, en cómo se pasaba sus horas defendiendo su material de empresa para que ni le faltara nada ni nadie le robara nada. Su 'juguete' favorito era un boli con mil colores. La verdad es que me gustaba leerlo porque me sentía muy identificada.
Para mí, entrar en una papelería es lo mismo que para un niño entrar en una tienda de golosinas, para un tío ser el único chico en una fiesta de la espuma o para Tony Montana estar a solas con su 'droja' en su habitación...¡Puro vicio!
Ya no tengo tiempo de disfrutar del olor de una papelería (mi favorita es Carlin)...así que toca conformarme con dar vueltas curioseando entre las mesas de mi curro o metiendo las narices en los gigantes armarios de material de las mil doscientas secretarias que hay por aquí...¡La compra semanal para llevarme los últimos modelitos Pilot y adquirir las nuevas formas que 3M ha diseñado para los Post-It!
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