viernes, 23 de marzo de 2007

Y yo...¡toda la vida sin saberlo!


El otro día caí redonda sobre mi sofá. Luchando contra el insomnio, me entretengo viendo los anuncios del teletienda. Y ¡ooh! ¡Ahh! ¡sorpresa, sorpresa (son Isabel Gemio)! Descubro, con cerillas en los ojos para que no se cerraran de incredulidad, que existe una crema hecha con ¡baba de caracol! (tal cual) que es bueniiiisima para la piel. Te limpia todo: granos, células muertas, puntos negros, ecemas...Es como una apisonadora: te deja lisa, lisíiisima la cara. ¡La de disgustos que me habría ahorrado en mi pronta juventud si llego a saberlo! Ahora...nada de comprarla por teléfono. ¡No no no! Yo, remedios caseros. Me habría ido un día a la montaña a recoger caracoles y después a criarlos en casa, y recoger su rastro. ¡Nada de pagar ese elevado precio! ¡Que no estamos pa' excesos! Otra cosa es ya entrar en la fiabilidad y en rollo si funciona o no. Eso queda a juicio de cada uno. ¡Ay! Como diría un amigo mío: 'Yo me vuelvo al pueblo'.

1 comentario:

Unknown dijo...
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